martes, 4 de octubre de 2011

CLIENTES DE "LA TAURINA" EN EL RECUERDO

Muchos estaremos de acuerdo que el principal patrimonio que tiene un negocio es su clientela. En el caso de la hostelería aún más. Y en el caso de la Taberna Típica "La Taurina", un caso especial y casi único en el mundo. Pues no resulta corriente ni común que algunos clientes hayan sido (y aún lo sigan siendo) fieles a este lugar de encuentro manzanillero durante más de treinta años. Estos personajes fijos ya conocían su anterior ubicación, en la calle Regina y a su anterior director, Juan Enríquez, y han seguido visitando con asiduidad el lugar aún después de jubilarse, tanto el anterior dueño como ellos mismos.


Uno de ellos, cuyo recuerdo permanece vivo entre los que le conocimos fue nuestro amigo "Pati", quien ya por su proximidad con el lugar, ya por su inquebrantable afición a la lectura de la prensa diaria, era un abonado fijo de nuestro bar. Su simpatía y su gracia natural tenía siempre el comentario adecuado y oportuno para cualquier conversación, siendo por lo demás un hombre de buenas maneras y de unas vivencias siempre interesantes.


Nuestro amigo "Olvera", por su parte, tenía una forma de ser y un gracejo natural que provocaba en cualquiera una complicidad inmediata. Estaba un poco de vueltas de todo y se tomaba la vida a risa. Su desparpajo y su peculiar lenguaje hacía que simpatizara enseguida hasta con los más extraños y su llegada a "La Taurina" siempre constituía un acontecimiento que nos proporcionaba la alegría diaria. Con su pan recién comprado y sus secretos infalibles para muchas dolencias, "Olvera" siempre se mostraba servicial y atento con todos aquellos que le apreciábamos y que compartíamos con él su humor y sus ocurrencias.

Con clientes como éstos, trabajar en esta empresa es una fiesta diaria. Estén donde estén, gracias siempre, amigos.


Texto: (c) Salvador Daza Palacios, 2011.
Fotografías: (c) Raúl Bustillos, 2008.

No hay comentarios:

Publicar un comentario