viernes, 9 de diciembre de 2011

EL PAISANAJE

No hace falta insistir en que el principal patrimonio de un bar típico es su clientela. En el caso de la Taberna "La Taurina" este axioma se cumple con sobrada veracidad, pues es de los pocos lugares de Sanlúcar de Barrameda que puede vanagloriarse de tener un número más que suficiente de amigos de toda condición, profesión, ideología y pasión, aunque todos ellos tienen un denominador común: su gran sentido del humor y sus deseos de pasarlo bien conversando con Santiago Vargas, su anfitrión.


El paisanaje de "La Taurina" es variopinto, pero tanto Santiago como Meli actúan con una gran dosis de paciencia y sabiduría para hacer que todos se sientan como en casa y son capaces de unir en una misma tertulia a los más irreconciliables caracteres, en un ambiente de camaradería y de relajación que ahorra mucho dinero en siquiatras y en ansiolíticos a los que lo frecuentan.


Como prueba aquí van unas ilustraciones. Bien es verdad que estas fotos, sacadas de su contexto temporal, de los momentos mágicos y festivos en los que se producen, pueden resultar algo grotescas o caricaturescas, pero en cualquier caso reflejan el buen ambiente de cordialidad que siempre ha reinado y reina en este lugar de encuentro.



Los personajes que en estas fotos aparecen, asiduos de este templo manzanillero, no han salido de la serie "X-MEN" contra Magneto, sino que, liderados por el protagonista y líder absoluto Joaquín, son capaces de dejar en ridículo a los tipos del mismísimo Pedro Almodóvar o a los personajes que tanto gustan a Jesús Quintero "El Loco de la Colina".  Nuestro lider carismático dejó "La X4" y probó suerte en el mundo de la canción. Los resultados fueron espectaculares: se acabó con la sequía y hemos tenido mucha lluvia en los últimos años. Todo ello por arte de magia de nuestros animosos y próceres Santi y Meli, cuya cocina, vinoteca y arte gastronómico sigue mejorando día a día como puede comprobarse.



Texto: Salvador Daza Palacios, 2011
Fotografías: Raúl Bustillos, 2009, y Jose Segura, 2010.