No hace falta insistir en que el principal patrimonio de un bar típico es su clientela. En el caso de la Taberna "La Taurina" este axioma se cumple con sobrada veracidad, pues es de los pocos lugares de Sanlúcar de Barrameda que puede vanagloriarse de tener un número más que suficiente de amigos de toda condición, profesión, ideología y pasión, aunque todos ellos tienen un denominador común: su gran sentido del humor y sus deseos de pasarlo bien conversando con Santiago Vargas, su anfitrión.
El paisanaje de "La Taurina" es variopinto, pero tanto Santiago como Meli actúan con una gran dosis de paciencia y sabiduría para hacer que todos se sientan como en casa y son capaces de unir en una misma tertulia a los más irreconciliables caracteres, en un ambiente de camaradería y de relajación que ahorra mucho dinero en siquiatras y en ansiolíticos a los que lo frecuentan.
Como prueba aquí van unas ilustraciones. Bien es verdad que estas fotos, sacadas de su contexto temporal, de los momentos mágicos y festivos en los que se producen, pueden resultar algo grotescas o caricaturescas, pero en cualquier caso reflejan el buen ambiente de cordialidad que siempre ha reinado y reina en este lugar de encuentro.
Los personajes que en estas fotos aparecen, asiduos de este templo manzanillero, no han salido de la serie "X-MEN" contra Magneto, sino que, liderados por el protagonista y líder absoluto Joaquín, son capaces de dejar en ridículo a los tipos del mismísimo Pedro Almodóvar o a los personajes que tanto gustan a Jesús Quintero "El Loco de la Colina". Nuestro lider carismático dejó "La X4" y probó suerte en el mundo de la canción. Los resultados fueron espectaculares: se acabó con la sequía y hemos tenido mucha lluvia en los últimos años. Todo ello por arte de magia de nuestros animosos y próceres Santi y Meli, cuya cocina, vinoteca y arte gastronómico sigue mejorando día a día como puede comprobarse.
Texto: Salvador Daza Palacios, 2011
Fotografías: Raúl Bustillos, 2009, y Jose Segura, 2010.
viernes, 9 de diciembre de 2011
jueves, 20 de octubre de 2011
RECUERDO DEL AUTOR SANLUQUEÑO MARTINEZ SADOC
El poeta y escritor sanluqueño Gonzalo Martínez Sadoc fue autor de los libros “Ráfagas”, “Amor y cante”, “Romances y amoríos”, “Entre la grama y el río” y “Estampas sanluqueñas”, todos ellos escritos en un estilo costumbrista y popular, de grandes raíces folklóricas.
Gonzalo fue uno de los fundadores de las Juventudes Comunistas de Sanlúcar en los años 30 y uno de los primeros ciudadanos en proclamar en nuestra ciudad el triunfo de la Segunda República el 14 de Abril de 1931. Posteriormente marchó a Madrid a trabajar para el Gobierno republicano. Militó en Izquierda Republicana y fue secretario de la Asociación Nacional Pro Cautivos de Africa. En la capital de España le sorprendió la Guerra Civil y tuvo que exiliarse en Francia en el campo de concentración de Saint-Cyprien y luego embarcarse en Burdeos, como hicieron muchos intelectuales españoles, hacia México, desde donde regresó a Sanlúcar tras la muerte del dictador Franco. Estaba casado con Mercedes Ruiz López.
De él dijo Eduardo Domínguez Lobato: “Martínez Sadoc es un poeta impulsivo y ágil, de enorme fluidez y facilidad versificatoria que, además, asoma su punzante ironía en el divertimento del epigrama”.
De este poeta sanluqueño se conserva en la Taberna Típica “La Taurina” un poema dedicado al establecimiento en el que pasó muchas veladas y tertulias en compañía de muchos compadres de su generación, como Domingo Ramírez, el de “El Barato”, quien también sufrió el exilio tras las Guerra civil. La poesía fue posteriormente grabada en cerámica (con algunas faltas de ortografía que se deben al artesano, y no al poeta, hay que aclararlo). La poesía dice así:
“LA TAURINA”
“La Taurina” es la clásica taberna
situada en la calle de Regina,
en donde la afición alterna,
por clásica, por buena y por taurina.
Allí viven los símbolos taurinos,
El estoque, carteles y las capas,
Y allí se beben los mejores vinos
Y saborean suculentas tapas.
“La Taurina” es aquel templo de Baco
donde lo antiguo y lo lejano brilla
y los hombres echaban su tabaco
Tiene olor y sabor a manzanilla,
Y en ella se recuerda al buen morlaco,
A José y a Belmonte y a Hermosilla.
Gonzalo Martínez Sadoc.
martes, 4 de octubre de 2011
CLIENTES DE "LA TAURINA" EN EL RECUERDO
Muchos estaremos de acuerdo que el principal patrimonio que tiene un negocio es su clientela. En el caso de la hostelería aún más. Y en el caso de la Taberna Típica "La Taurina", un caso especial y casi único en el mundo. Pues no resulta corriente ni común que algunos clientes hayan sido (y aún lo sigan siendo) fieles a este lugar de encuentro manzanillero durante más de treinta años. Estos personajes fijos ya conocían su anterior ubicación, en la calle Regina y a su anterior director, Juan Enríquez, y han seguido visitando con asiduidad el lugar aún después de jubilarse, tanto el anterior dueño como ellos mismos.
Uno de ellos, cuyo recuerdo permanece vivo entre los que le conocimos fue nuestro amigo "Pati", quien ya por su proximidad con el lugar, ya por su inquebrantable afición a la lectura de la prensa diaria, era un abonado fijo de nuestro bar. Su simpatía y su gracia natural tenía siempre el comentario adecuado y oportuno para cualquier conversación, siendo por lo demás un hombre de buenas maneras y de unas vivencias siempre interesantes.
Nuestro amigo "Olvera", por su parte, tenía una forma de ser y un gracejo natural que provocaba en cualquiera una complicidad inmediata. Estaba un poco de vueltas de todo y se tomaba la vida a risa. Su desparpajo y su peculiar lenguaje hacía que simpatizara enseguida hasta con los más extraños y su llegada a "La Taurina" siempre constituía un acontecimiento que nos proporcionaba la alegría diaria. Con su pan recién comprado y sus secretos infalibles para muchas dolencias, "Olvera" siempre se mostraba servicial y atento con todos aquellos que le apreciábamos y que compartíamos con él su humor y sus ocurrencias.
Con clientes como éstos, trabajar en esta empresa es una fiesta diaria. Estén donde estén, gracias siempre, amigos.
Texto: (c) Salvador Daza Palacios, 2011.
Fotografías: (c) Raúl Bustillos, 2008.
Uno de ellos, cuyo recuerdo permanece vivo entre los que le conocimos fue nuestro amigo "Pati", quien ya por su proximidad con el lugar, ya por su inquebrantable afición a la lectura de la prensa diaria, era un abonado fijo de nuestro bar. Su simpatía y su gracia natural tenía siempre el comentario adecuado y oportuno para cualquier conversación, siendo por lo demás un hombre de buenas maneras y de unas vivencias siempre interesantes.
Nuestro amigo "Olvera", por su parte, tenía una forma de ser y un gracejo natural que provocaba en cualquiera una complicidad inmediata. Estaba un poco de vueltas de todo y se tomaba la vida a risa. Su desparpajo y su peculiar lenguaje hacía que simpatizara enseguida hasta con los más extraños y su llegada a "La Taurina" siempre constituía un acontecimiento que nos proporcionaba la alegría diaria. Con su pan recién comprado y sus secretos infalibles para muchas dolencias, "Olvera" siempre se mostraba servicial y atento con todos aquellos que le apreciábamos y que compartíamos con él su humor y sus ocurrencias.
Con clientes como éstos, trabajar en esta empresa es una fiesta diaria. Estén donde estén, gracias siempre, amigos.
Texto: (c) Salvador Daza Palacios, 2011.
Fotografías: (c) Raúl Bustillos, 2008.
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Sanlúcar de Barrameda
sábado, 24 de septiembre de 2011

RETAZOS CURIOSOS DE HISTORIA
Entre ellos, las etiquetas de manzanilla que en algún tiempo y lugar existieron pero de las que nunca más se supo. Se pueden contar por varios miles las marcas que se crearon desde que comenzó a comercializarse a nivel industrial estos magníficos vinos sanluqueños. Las hay para todos los gustos: nombres de toreros, de cantaores y cantaoras, de cantantes de ópera, de lugares históricos, de batallas, de personajes célebres, de santos, santas, beatos y beatas. Hoy nos quedamos con una casi desconocida que tiene el mismo nombre que la calle en la que se ubica nuestro negocio, la calle Santa Ana. Una manzanilla que fabricaba y distribuía Manuel de Argüeso, S.A. uno de los propietarios de las Bodegas del mismo nombre, que aún distribuye sus vinos en esta coqueta taberna típica, como la célebre manzanilla "LA E".

Otro de los recuerdos que traemos aquí es un curioso cartel de una corrida de toros celebrada al parecer en Sanlúcar, en 1956, en la que hizo su presentación un torero "yanki". Era la España dictatorial franquista que se abría al mundo a través del primer tratado de amistad hispanoamericano, que desembocó en la creación de las bases militares norteamericanas en nuestro país y la ayuda económica y política por parte de EEUU. En este marco, el hecho de organizarse esta exótica corrida no dejaba de ser un elemento más de que España se "internacionalizaba" aceptando que un género tan patriótico como era el toreo, pudiese también ser ejercido por un extranjero.
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sábado, 10 de septiembre de 2011
AMISTAD HISPANO-PALESTINA

En una de esas noches mágicas que se viven en este singular espacio hostelero sanluqueño, se dieron cita un grupo de amigos de la causa palestina para recibir a varios amigos de aquel país oprimido y consolarles en la medida de lo posible.
Fue tan cálido el recibimiento y tan generoso el agradecimiento de estos hombres, que, entre sorbo y sorbo de nuestros vasos (pues ellos se limitaron sus bebidas) nos deleitaron con diferentes sones y canciones del folklore más genuino de Oriente Medio, tocados admirablemente con el laúd árabe, de cuyo arte uno de estos amigos era un verdadero maestro.
Pese a las limitaciones del idioma (pues tuvimos que hacer milagros para poder entendernos), la música terminó por unirnos en una camaradería sin fronteras, en ese espacio de tolerancia, cultura y amistad que fomenta esta taberna típica sanluqueña. No hay que decir que tanto Santi como Meli, sus propietarios, se deshicieron en amabilidad para atendernos lo mejor posible.
Allí estaba también la cámara de Miguel Furlock para inmortalizar el encuentro y la alianza de amigos apoyando la libertad y el futuro para Palestina.
jueves, 1 de septiembre de 2011
Décimo Primer Aniversario de "La Taurina"
No conocía yo este sitio hasta que un colega llamado D. Pielfort me invitó a tomar una cerveza en esta especie de bar de fútbol, con viejos jugando a las cartas y dependientes de la Calle Ancha, megarruidoso, y de aspecto taurino. Nada presagiaba que se iba a convertir en mi segunda casa, y su camarero-gerente en mi segundo hermano en Sanlúcar (después de Salvador Daza).
La demostrada afición a los vinos sería el segundo motivo que impulsaría mi vehemencia hacia semejante antro de obnubilación etílica: La "E", La Barbiana, San León, La Goya, ese extraño licor de ron criado en Pedro Romero, "Cubaney", los riojas, oportos, albarinhos, pereladas, etcéterísimamente... pedros ximénez, moscateles, palos cortaos, y una buena selección de otros aromas etéreos. Yo no conocí los comienzos de "La Taurina" porque, como todo el mundo sabe, soy miarma, y llegué a Sanlúcar allá por el 2000. Pero desde el primer día hasta hoy, no he dejado de hacer buenos amigos y de conocer a muy buena gente, eso, además de las sesiones de politiqueo, conspiraciones antipeperas incluidas, charlas y tertulias más o menos intelestuales.
El alma de La Taurina cumple once años y desde aquí le deseamos a Meli y a Santiagueño, feliz aniversario todos los colegas: Salvatore, Regli, Adán, Carmen, Moy, Michael, Anti, Johnnie, Pepín, Lola, Mirian, Ignacio, Dani y todos los demás taurinos. Gracias por soportar nuestras excentricidades y nuestro plúmbeo coñazo diario. Te queremos Santiagueño. Fdo.: Josegura
(Articulo publicado en 2008 por Jose Antonio Segura en http://pagolasminas.blogspot.com/)
domingo, 28 de agosto de 2011

JUAN ENRIQUEZ, FUNDADOR DE ESTA TABERNA TIPICA SANLUQUEÑA
Allá por 1962, Juan Enríquez Zambrano, ex-diestro taurino, inauguró esta taberna típica en un bajo de una casa solariega de la calle Regina y que fue llenando de recuerdos personales de su carrera profesional por los ruedos de media España.
Juan era una persona con un carácter muy singular, pero siempre amable con sus clientes, a los que atendía con todo primor. Se cuentan por cientos sus anécdotas y vivencias en este lugar lleno de nostalgias. Entre sus objetos más peculiares se encontraba un mostrador decorado (o más bien, empapelado) con miles de entradas de toros a las que asistió su propietario durante toda su vida. También hay que recordar necesariamente aquel cartel de toros que, con el agujero hecho a medida, servía como marco para la televisión, siempre encendida.
Allá por 1962, Juan Enríquez Zambrano, ex-diestro taurino, inauguró esta taberna típica en un bajo de una casa solariega de la calle Regina y que fue llenando de recuerdos personales de su carrera profesional por los ruedos de media España.
Fue un bello y poético punto de encuentro para toda una generación que, por desgracia y por mor de la especulación urbanística que practican ciertos sujetos en esta ciudad, fue derribado y la finca en que estaba situado, convertida en modernos pisos vulgares de los que pueblan por miles todas las ciudades españolas.
Forzado a un deshaucio y un traslado forzoso, Juan Enríquez dejó el negocio en manos de sus hijos, incapaz de seguir una nueva aventura tras haber pasado más de treinta años en su coqueta taberna al lado de las monjas clarisas de Regina, quien en más de una ocasión visitarían el lugar en busca de algún donativo o materia prima que ofrecer a algunas de sus sacras reliquias.
Desde 1997 esta taberna está situada en la calle Santa Ana (en el mismo lugar en el que estuvo otra tasca célebre, "El Miami") adonde fue trasladada y a la que se condujo sólo una parte del ajuar valioso de recuerdos y mobiliario que se encontraba en la calle Regina.
Desde entonces, esta taberna típica sanluqueña ofrece lo mejor de Sanlúcar en forma de tapas, suculentas raciones, manzanilla en rama, cerveza Cruzcampo de la más fresca y buena que se puede encontrar en la ciudad, además de conversación y amistad a raudales, algo que ya han olvidado, por desgracia, muchos de los hosteleros de nuestra ciudad y que caracterizaba siempre a nuestra idiosincracia y genuina hospitalidad, y que fue el sello distintivo de aquel lugar mágico que se perdió.
Forzado a un deshaucio y un traslado forzoso, Juan Enríquez dejó el negocio en manos de sus hijos, incapaz de seguir una nueva aventura tras haber pasado más de treinta años en su coqueta taberna al lado de las monjas clarisas de Regina, quien en más de una ocasión visitarían el lugar en busca de algún donativo o materia prima que ofrecer a algunas de sus sacras reliquias.
Desde 1997 esta taberna está situada en la calle Santa Ana (en el mismo lugar en el que estuvo otra tasca célebre, "El Miami") adonde fue trasladada y a la que se condujo sólo una parte del ajuar valioso de recuerdos y mobiliario que se encontraba en la calle Regina.
Desde entonces, esta taberna típica sanluqueña ofrece lo mejor de Sanlúcar en forma de tapas, suculentas raciones, manzanilla en rama, cerveza Cruzcampo de la más fresca y buena que se puede encontrar en la ciudad, además de conversación y amistad a raudales, algo que ya han olvidado, por desgracia, muchos de los hosteleros de nuestra ciudad y que caracterizaba siempre a nuestra idiosincracia y genuina hospitalidad, y que fue el sello distintivo de aquel lugar mágico que se perdió.
sábado, 27 de agosto de 2011

FOTOTECA HISTORICA DE "LA TAURINA"
Dentro de los recuerdos más preciados que tiene esta Taberna Típica sanluqueña, fundada Juan Enríquez allá por 1962, está sin duda la de la estancia y paso por ella de la célebre PALOMA PICASSO.
Anne Paloma Picasso, nacida en 1949, en Vallauris, Francia, es una empresaria y diseñadora de moda franco-española. Es especialmente conocida por sus diseños de joyas y por la marca de perfume que lleva su nombre. Es la más joven de los hijos del mundialmente conocido artista español Pablo Ruiz Picasso, Su madre fue la también pintora y escritora francesa Françoise Gilot. Sus otros hermanos son Claude, Paulo y Maya Picasso. Su nombre, Paloma, se asocia inmediatamente con el símbolo que diseñó su padre para el Congreso Mundial de Partisanos por la Paz, celebrado en París el mismo año en que nació Paloma, y que puede ser encontrado en muchas de las obras de su padre. Paloma Picasso vive en Lausana, Suiza.
La estancia de esta célebre mujer en "La Taurina" tuvo lugar en el verano de 1991. En la foto que acompañamos quedó la constancia efectiva de su visita, fotografiándose con el propietario, Juan Enríquez, en una inolvidable velada, en la que, por supuesto, se habló de Arte y también de toros, pues el gran Picasso ya sabemos que era un enamorado de la tauromaquia y así lo plasmó en sus pinturas.
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domingo, 3 de abril de 2011
FOTOTECA HISTÓRICA DE "LA TAURINA"


Es uno más de los recuerdos personales que "La Taurina" atesora en su museo histórico que guardó y coleccionó su fundador, Juan Enríquez.
En la imagen de la derecha, un jovencísimo José Martínez "Limeño" s

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